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NOTICIAS MOTOR - REPORTAJES

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Los riesgos del calor al volante

Te contamos la importancia de conocer los riesgos

Toma nota

Conducir con temperaturas demasiado altas en el interior de un coche puede ser peligroso ya que éste aumenta la fatiga y provoca somnolencia. Para evitarlo, la recomendación es conseguir una temperatura en el interior del vehículo de entre 21 y 23 grados.

El problema del exceso de calor es especialmente acusado en estos días de tanto calor, cuando nos encontramos nuestros vehículos a una mayor temperatura, con volantes y palancas de cambio que nos queman las manos y asientos en los que no podemos sentarnos con comodidad. Si esto ocurre, baja las ventanillas y abre las puertas para que la temperatura interior baje. También puedes generar un poco de aire “abanicando" el coche con la puerta.

Además, recuerda, en la medida de lo posible, dejar el coche en una zona de sombra y que un parasol puede ser de gran ayuda, pues reduce significativamente la temperatura en el salpicadero del coche. Y para circular con seguridad, utiliza ropa cómoda y fresca (nunca conduzcas con chanclas) e hidrátate bien. Haz las paradas que sean necesarias (cada 200 kilómetros o dos horas como máximo) y planifica tu viaje para evitar las horas de más calor. No te olvides de dejar a un lado las comidas copiosas.

Pero además de nosotros, el coche también puede verse afectado por el exceso de calor. Y es que cuando la temperatura supera los 40 grados, aumenta la intensidad de evaporación del aceite del motor del coche, por lo que es importante revisar el nivel para que el sistema no pierda eficacia.

Por otro lado, el calor también hace que los neumáticos se dilaten más, por lo que es recomendable llevarlos con la presión mínima establecida, con el fin de evitar pinchazos. También cabe verificar el nivel de líquido refrigerante del motor, para evitar que este se recaliente más de lo normal durante los viajes, pues una temperatura excesivamente elevada puede incrementar la pérdida de potencia en el motor hasta en un 15%.

Entre otras prácticas, es importante igualmente comprobar el estado del líquido de frenos y el sistema de climatización del coche antes de viajar. Todo ello hará que el trayecto sea más seguro.

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