Cuándo cambiar los neumáticos

Toma nota

Los neumáticos son uno de los elementos de seguridad más importantes del coche, el único punto de unión entre el coche y la carretera, y por eso no podemos ni debemos descuidar su estado.

Conducir con neumáticos desgastados aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir un accidente, algo que se incrementa en condiciones de lluvia, nieve o hielo en la carretera. Cuando la profundidad del dibujo se encuentra por debajo de 3 mm, el neumático pierde adherencia, lo que implica conducir con menos agarre, un aumento de la distancia de frenado y más posibilidades de sufrir aquaplaning, derrapes y pérdida del control del vehículo.

No olvidemos que circular con los neumáticos por debajo del mínimo legal, es decir, con una profundidad inferior a 1.6 mm, no solo tiene consecuencias económicas, también de seguridad. Además de consumir más y de incrementar el nivel de emisiones del vehículo, también nos exponemos a una cuantiosa multa, e incluso a la inmovilización del vehículo si se comprueba que el desgaste del neumático es grave.

Lo complicado muchas veces es saber interpretar lo que se aprecia al examinar los neumáticos, pues éstos nos envían algunas señales que te ayudamos a identificar.

Puede haber un desgaste irregular en los bordes, que se debe una presión insuficiente o a circular con cargas excesivas sin ajustar la presión. La solución consiste en ajustar la presión según indica el fabricante teniendo en cuenta también la presión con carga.

Puede ocurrir que el desgaste se produzca en el centro. En ese caso, se ha producido un exceso de inflado, por lo que de nuevo hay que ajustar la presión como en el caso anterior. Llevar las ruedas con exceso de aire incrementa el riesgo de aquaplaning y aumenta la distancia de frenado.

Otra señal es el desgaste irregular en el borde exterior, que puede ser por exceso de caída positiva, por ejes sobrecargados. En este caso hay que ajustar los parámetros de alineación ajustando la caída.

Un cuarto aspecto a tener en cuenta es el desgaste irregular en el borde interior del neumático, por el caso contrario, es decir, exceso de caída negativa y que también se soluciona de la misma manera que en el apartado anterior.

Por último, hay una serie de señales que obligarían a sustituir los neumáticos, como pueden ser el #N desgaste diagonal (producido por un rodaje suelto, mal montaje, amortiguadores desgastados, desequilibrado…), el desgaste de solo una zona del neumático (frenada de emergencia, derrapajes…), banda de rodamiento con desgastes irregulares (fallos en el sistema ABS, llanta deformada, contaminación con elementos químicos…) o abombamiento del flanco por haber impactado contra bordillo o bache. Lógicamente, en estos casos, además de tener que sustituir el neumático hay que revisar la causa exacta y tomar las medidas necesarias.