Doblete de Ferrari

Toma nota

La extraordinaria actuación de Ferrari ha contrastado con la del equipo vigente campeón, Red Bull, que sufrió una auténtica debacle con sus dos pilotos fuera de carrera, parece que debido a un problema con la batería o el suministro de la gasolina.

El triunfo que logró Charles Leclerc supone también el primero para Ferrari en dos años y medio, y la constatación de que la scuderia está de vuelta en una renovada F1 que promete una temporada diferente y emocionante.

Pero aparte del indiscutible mérito de los pilotos de Ferrari hay una parte importante que se debe al desastre de Red Bull. Y es que tenían el segundo puesto asegurado con Max Verstappen, antes de que el coche del actual campeón del mundo se parase a dos vueltas del final, la misma suerte que corrió Checo Pérez a pocos metros de la bandera de cuadros y cuando ya acariciaba el podio pero hizo un inoportuno trompo. Esto propició que Hamilton salvase la honra de Mercedes en el último momento, ya que pudo subir al podio en tercer lugar cuando en carrera nunca se le vio lo suficientemente competitivo.

Fernando Alonso finalizó el noveno, un resultado más que bueno si se atiende al complicado proceso de puesta a punto del monoplaza de en el que vive instalado Alpine.

Desde la salida ya se vio que Leclerc y Verstappen iban a mantener una dura pugna por la victoria en el primer GP del año. Las pulsaciones aumentaron después de la primera parada en boxes. Leclerc salió por delante de Verstappen, pero el neerlandés llegó con los neumáticos en mejores condiciones.

Se propició así el primer encontronazo entre estos viejos rivales, que dejaron claro que se conocen perfectamente. Max lo intentó con más ganas que cabeza. La secuencia acabó con el de Ferrari por delante, pero no sin pelearlo.

Ante el gran problema de la degradación de los neumáticos, se comenzó a valorar el cambio de estrategia de dos a tres paradas. Sin embargo, y pese a que Red Bull intentó sorprender a Leclerc y a Sainz, en el muro de la Scuderia se cubrieron perfectamente en este sentido.

Todo parecía decidido hacia final de carrera con las tres plazas para Leclerc, Verstappen y Sáinz, por este orden. Max se quejaba de que las dos veces que había intentado el undercut, el equipo le había pedido que guardara gomas en su vuelta de salida y ello le había impedido pasar a Charles. Red Bull decidió entonces pasar al ataque sin contemplaciones, con el actual campeón poniendo el neumático blando a falta de 13 giros. Pero rápidamente se dio cuenta de que algo no funcionaba. Sainz también optaba por esa última parada con goma blanda, con la mala suerte de que un giro después saldría el Safety Car por un incendio del AlphaTauri de Pierre Gasly. De haber esperado un giro más, ambos podían haber evitado la pérdida de tiempo de la parada.

Fue entonces cuando sucedió lo inesperado, a solo seis vueltas del final. Leclerc confirmó su supremacía sin dar opciones a Max en la resalida tras el coche de seguridad. Carlos lo intentó con todo su empeño y finalmente obtenía una gran recompensa por el contratiempo de Max que fue perdiendo posiciones hasta que finalmente se tuvo que retirar. La esperanza para Red Bull era Pérez que cometió un fallo en el último momento y esto permitió a Hamilton subir a un podio que salvó la situación, pero que también ha evidenciado que su coche debe evolucionar mucho para estar en la pelea por la corona 2022 de la F1.