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02 DE DICIEMBRE |

Inteligencia artificial para escribir textos

Desde Google a pequeñas startup están desarrollando aplicaciones que permiten ayudar a profesionales de generación de contenido en su día a día.

La inteligencia artificial acapara cada vez más aplicaciones de uso tanto personal como profesional. Muchas de ellas se encuentran ya implementadas en nuestros Smartphone, en nuestros coches e incluso en nuestros hogares. Ya no nos sorprende que, al hacer una foto con el móvil, éste detecte las caras automáticamente o estabilice la imagen si nos estamos moviendo. O que nuestro coche aparque solo, nos avise si detecta fatiga en nuestro modo de conducir, etc.

El “machine learning” o su versión más compleja, el “deep learning”, avanza tan rápido como nuestra capacidad de imaginar nuevas tareas que nos hagan la vida más fácil o mejoren nuestro rendimiento profesional.

Ahora, con inteligencia artificial, puedes escribir textos - ÓN

Ahora, la inteligencia artificial se pone también al servicio de escritores, periodistas y creadores de contenidos en general. Gracias a nuevas herramientas basadas en esta tecnología y que van más allá de la corrección ortográfica o la traducción, los profesionales de la escritura van a desarrollar su trabajo de un modo más eficiente.

La edición de textos es una de las áreas de desarrollo más útiles en este sentido. A través de funcionalidades automáticas de revisión cada vez más sofisticadas, como las que incorpora Microsoft Word o incluso el editor de textos gratuito Google Docs. Estas herramientas no se limitan a indicar los errores de ortografía, sino que aportan recomendaciones de estilo y gramática gracias a una mejor comprensión del contexto. Otras, como el asistente de redacción en línea Grammarly, dan un paso más e incorporan la inteligencia artificial para detectar frases confusas, mal puntuadas o con otras deficiencias de lenguaje.

Gracias a nuevas herramientas basadas en esta tecnología y que van más allá de la corrección ortográfica o la traducción, los profesionales de la escritura van a desarrollar su trabajo de un modo más eficiente.

La traducción a distintos idiomas es otro de los avances importantes. Atrás quedó la traducción literal, palabra por palabra, que no servía para componer frases bien estructuradas. Ahora, incluso herramientas gratuitas como el traductor de Google, son capaces de traducir textos de hasta 5.000 caracteres con bastante exactitud.

También se utiliza la inteligencia artificial para realizar investigaciones de temáticas concretas. Se trata de búsquedas que monitorizan internet aportando desde palabras clave a informes completos y recientes sobre temas específicos publicados en diferentes webs. Esto es especialmente útil en la redacción de contenidos especializados.

Por último, la revisión del plagio se sirve de esta tecnología para optimizar estas tareas de control. La inteligencia artificial puede detectar contenidos plagiados a través de complejos algoritmos. Ejemplo de ello son los complementos SEO de Yoast, que utilizan un sistema de puntuación para verificar la calidad del contenido y su legibilidad, pudiendo incluso confeccionar un resumen inteligente de un texto largo.

Viendo estos ejemplos puede parecer que la redacción automática de textos profesionales está a la vuelta de la esquina, pero no es así. Al menos no con calidad. Además de un conocimiento teórico del idioma, la conexión con el lector necesita estímulos emocionales que, hoy por hoy, solo puede entender un creador de contenidos humano. Por el momento, los textos generados de manera automática por robots escritores pueden tener sentido gramatical, pero carecen de emoción.

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