Tips básicos de seguridad para llevar a tu hijo en el coche

Las lesiones por accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años, según la DGT. Asimismo, está demostrado que el uso de los sistemas de retención infantil (SRI) adecuados para cada menor reduce en un 75% la posibilidad de sufrir lesiones mortales en caso de accidente de tráfico. Por todo esto, la principal medida que hay a nuestro alcance para proteger a los menores, evitar lesiones y reducir estas cifras, es usar correctamente los SRI.

En España el SIR es obligatorio para niños menores de 135 cm, aconsejable hasta 150 cm y siempre en la parte trasera. La no utilización de estos sistemas o su uso incorrecto acarrea una sanción de 200 euros y la pérdida de 4 puntos en el carné de conducir.  

Pero lo primero que hay que saber es qué tipo de silla deben llevar los niños pequeños para viajar de forma correcta y segura en el coche. No se trata solo de que utilicen un asiento infantil obligatorio, sino de evitar otros errores que pueden tener graves consecuencias en caso de accidente como, por ejemplo, utilizar un sistema de retención inadecuado o que los niños no estén bien sujetos. En este sentido, las sillas infantiles deben cumplir las normativas europeas ECE R44/04 (operativa hasta septiembre de 2020, pero todavía se pueden usar estos SRI que se clasifican según el peso del bebé) o la ECE R129, que clasifica según la altura del menor. Estas normativas demuestran que las sillas se han sometido a determinadas pruebas de seguridad antes de salir a la venta.

Existen por sistema cuatro tipos de silla. Las Grupo 0 se utilizan en los primeros 9 meses del bebé, con medidas entre 40 y 85 centímetros o hasta sus 10 kg de peso y deben ir colocadas siempre en sentido contrario de la marcha. Similares a éstas son las Grupo 0+, que también pueden ir a contramarcha y admiten hasta 13 kg de peso o 105 centímetros. Si sobresale la cabeza del niño de la altura de la silla, deberá utilizarse un modelo del siguiente grupo.

Como norma general, hasta los 15 meses, la silla se debe colocar siempre detrás y en el sentido contrario a la marcha para ofrecer mayor protección a la zona de la cabeza, el cuello y la espalda. Si el niño va a favor de la marcha, cuando se produzca una colisión su cuello sufrirá un fuerte latigazo, algo que, según la DGT, es la lesión más frecuente en los menores de dos años. Aunque es solo obligatorio hasta los 15 meses, muchos expertos creen que esta medida es conveniente aplicarla hasta que el niño cumpla los 4 años. Además, en caso de ir en el asiento del copiloto, deberá apagarse el airbag del pasajero.

Las sillas Grupo 1 están pensadas para niños a partir de 8 meses y hasta los 4 años. Por peso y altura, deben medir menos de 105 centímetros y pesar entre 9 y 18 kg. Se recomienda que vayan a contramarcha, no obstante, pueden usarse en ambos sentidos de circulación. Por su parte, las Grupo 2 se utilizan para niños de hasta 7 años, que pesan entre 15 y 25 Kg, o miden más de 100 cm. Los más mayores (6-12 años, entre 22 y 36 kg) utilizarán sillas Grupo 3, que disponen de un alzador pero sin respaldo, de manera que el niño puede usar el cinturón de seguridad del vehículo.

Una vez seleccionada la silla adecuada, se recomienda que los niños viajen en invierno sin abrigo: al ser prendas acolchadas, pueden evitar que las correas del asiento sujeten bien al pequeño. Si hace mucho frío, se puede tapar al menor poniendo el abrigo hacia atrás sobre las correas del asiento o usar una manta. En ambos casos, siempre por encima de las correas del asiento del automóvil.

Recuerda también utilizar el sistema de bloqueo para niños en las puertas puede evitar más de un susto. Es la mejor manera de garantizar su seguridad. Y, por último, antes de emprender la marcha, procura que el niño haya comido, esté limpio y tenga algún juego o juguete para que esté tranquilo y entretenido durante el viaje.