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22 DE JUNIO |

Crecen las ventas online de videojuegos y disminuyen las físicas

El sector de los videojuegos ha batido un récord de facturación en España en 2022, con 2.012 millones de euros.

En cifras absolutas, el sector de los videojuegos ha batido un récord de facturación en España en 2022, con 2.012 millones de euros. Son datos del último informe sobre la industria del videojuego en España que ha publicado la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). Esto supone un incremento del 12,09% con respecto al año anterior, con una incidencia mayor en el mercado online. Así, mientras en 2021 la venta online de videojuegos generó 913 millones de euros, en 2022 esa cifra ha aumentado hasta los 1.180 millones, de los que 96 corresponden a suscripciones y servicios multijugador, 581 a consumo en plataformas online y 132 millones corresponden a los accesorios. Por el contrario, el mercado físico ha sufrido un descenso del 5,67%.

El informe también analiza los hábitos de los jugadores. Entre sus datos, destaca que los españoles juegan menos horas que en 2021: este año, han dedicado de media 7,42 horas a la semana a jugar, un 8% menos que el año anterior. Aun así, este tiempo medio está por debajo del que dedican los jugadores en países como Alemania (10,2 horas), Reino Unido (9,6 horas), Francia (7,9 horas) e Italia (7,5).  

La venta de videojuegos online aumenta en contraposición de la venta física - ÓN

Respecto al perfil de los jugadores en España, el informe señala que hay 18,2 millones de jugadores en nuestro país, de los que el 47% son mujeres. Esto convierte a España en el cuarto mercado de la Unión Europea, con expectativas de crecimiento muy prometedoras. Así lo ponen de manifiesto tanto el presidente de AEVI, Alberto González Lorca, como su director general, José María Moreno, que destacan los buenos resultados económicos y la creación de “un ecosistema propicio en España” para los videojuegos, no solo a nivel de ventas, sino como generador de puestos de trabajo. A este respecto, las nuevas profesiones que han florecido para dar respuesta a las necesidades del sector abren un amplio abanico de oportunidades laborales que van, desde diseñadores, animadores y programadores, a guionistas y creadores de contenidos, expertos en realidad virtual o jugadores profesionales. En paralelo, la oferta formativa también se ha ido poniendo al día y actualmente existen numerosos cursos, másteres y licenciaturas relacionadas con distintas especialidades del sector de los videojuegos.

Los jugadores dedican, de media, 7,42 horas a la semana a jugar.

Mucho ha cambiado el panorama desde aquellas primeras máquinas Arcade y las consolas Atari de los años 80. Desde antes incluso, ya que para retroceder hasta el primer videojuego hay que remontarse a 1940, cuando el físico nuclear Edward Uhler Condon presentó en la Feria Mundial de Nueva York, exhibición de Westinghouse, un juego matemático simple en el que competían una persona contra una máquina. Desde entonces, se han superado muchas fases en la evolución de esta tecnología y varias generaciones, “boomers”, “millennials” y “centennials”, han sido testigo de avances extraordinarios en un corto espacio de tiempo. Actualmente, el realismo de los gráficos y la experiencia inmersiva del usuario parecen no tener límite. De hecho, la Inteligencia Artificial ha irrumpido también en este sector con ejemplos tan espectaculares como la tecnología HyperMotion.

Observando los hábitos de ocio y la irresistible oferta con que nos sorprenden los estudios año tras año, es lógico pensar que la venta de videojuegos continúe creciendo. Una tendencia de la que el talento de los creadores españoles tiene buena parte de responsabilidad, con títulos tan emblemáticos a lo largo de la historia como Commandos 2: Men Of Courage, Gris o Praetorians. Actualmente, la industria del videojuego en España, que cuenta con empresas desarrolladoras tan competitivas a nivel internacional como Tequila Works, Mercury Steam, Devilish Games o Péndulo Studios, aporta el 0,11% del PIB con un impacto en el conjunto de la economía de 3 euros por cada euro invertido.

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