Impacto de la desaceleración en los distintos sectores económicos
- 28 septiembre, 2023
Aunque vamos a dedicar este semanal de nuevo a la renta variable, tenemos que empezar diciendo que las últimas semanas estamos viendo un incremento en la rentabilidad (bajada en precio) de los tipos de interés que nos resulta extraña. A pesar de que el crecimiento económico sigue decelerando y de que la inflación está corrigiendo, los tipos parecen querernos decir algo distinto, y los activos de riesgo están corrigiendo en sintonía con los tipos. Creemos que es un movimiento transitorio y que estos son buenos niveles para comprar deuda a largo plazo.
La semana pasada nos preguntábamos por el efecto que tendría en los diferentes sectores una política monetaria más laxa por parte de los bancos centrales. Nuestra respuesta es que creemos que los sectores más sensibles a tipos se deberían comportar mejor que los cíclicos.
En esta ocasión nos fijamos más en la otra cara de la misma moneda: el efecto de la desaceleración de la economía en los beneficios empresariales. ¿Es posible que el efecto negativo de una caída de los beneficios empresariales sea mayor que los beneficios de una bajada de tipos? ¿Cuál afectará antes?
Tras un periodo altamente inflacionista, ha quedado claro que en los últimos años las compañías han sido capaces de mantener sus márgenes a base de elevar sus precios.
En lugar de verse perjudicadas por los mayores costes de producción, la mayoría los compensó elevando el precio de sus productos. En un entorno inflacionista y con problemas en las cadenas de suministro, los compradores lo aceptaron.
El crecimiento de los ingresos de las compañías europeas fue del 14% en 2021 y del 24% en 2022, en comparación con la media histórica del 6%.
Crecimiento de ingresos
El crecimiento de los ingresos de las compañías europeas fue del 14% en 2021 y del 24% en 2022, en comparación con la media histórica del 6%. Los márgenes EBIT de 2022 para Europa están un 3,3% por encima de los niveles de 2019. A medida que la economía decelera y la inflación cae, se abre la pregunta de cuál será el impacto del cambio de tendencia en los beneficios empresariales. Si la demanda final se estanca, podríamos ver presión en las ventas y, como consecuencia, menor capacidad de las empresas para fijar sus precios. Los indicadores adelantados nos muestran una importante deceleración, pero, además, parece que las cadenas de suministro se han normalizado.
En otras palabras, la demanda “reprimida o contenida” por el COVID parece haber quedado atrás y los consumidores, poco a poco, han agotado los ahorros que acumularon durante el confinamiento. Por tanto, es posible que las empresas ya no tengan el mismo poder de fijación de precios.
Los márgenes EBIT de 2022 para Europa están un 3,3% por encima de los niveles de 2019Atentos a la bolsa
¿Qué empresas podrían comportarse bien (o al menos mejor) en este entorno?
Lo que tenemos claro es que las que peor comportamiento deberían tener son las cíclicas, porque por definición sus beneficios son más sensibles a la evolución de la economía.
Son sectores que se han venido comportando bien porque sus beneficios han tenido un mayor impacto positivo por la reactivación de la economía que el negativo provocado por la subida de tipos de interés.
Las que mejor deberían reaccionar son las que peor lo han hecho en el anterior. Sectores como sanidad, productos básicos y servicios públicos, muy defensivos y más afectados por la subida de tipos que por su mayor resiliencia no han sido capaces de hacer crecer sus beneficios.
En un entorno de crecimiento más complicado y, potencialmente con tipos más bajos, deberían comportarse mejor que los cíclicos. Es cierto que el precio de algunas materias primas, como el petróleo, sigue siendo alto y que ha subido recientemente, pero históricamente, cuando sube de manera aislada acaba produciendo una destrucción de la demanda. Es decir, que el petróleo por sí mismo puede llegar a ser deflacionista.
Tanto por el potencial efecto de menores tipos como por que son compañías más resilientes, nosotros actualmente mantenemos una exposición elevada a sectores defensivos y menor a industrias cíclicas.
En Mutuactivos, estamos ligeramente sobre ponderados en bancos, pero muy largos en los bonos de las entidades financieras, segmento en el que vemos más valor que en el equity. Tenemos una apuesta por los sectores que más han sufrido el efecto de los tipos, como es el caso de las utilities y aún más del sector fotovoltaico. Tenemos peso en compañías como LVMH y Swatch que sí podrían ser afectadas por una menor demanda pero que cotizan a precios que nos parecen razonables.
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