Europa podría no entrar en recesión
- 20 enero, 2023
Hace pocas semanas el consenso del mercado esperaba una recesión en Europa en 2023. Hoy no está tan claro. El desplome del precio de la energía y la reapertura de China son dos factores “nuevos” que podrían aportar mayor crecimiento y hacer que salvemos los trastos. De hecho, algunos economistas ya están elevando sus estimaciones a territorio positivo. Como suele ser el caso, el mercado de renta variable ha reaccionado rapidísimo a las noticias: con una subida de casi un 10%, el Euro Stoxx 50 ya descuenta que tendremos crecimiento positivo en el PIB y en los beneficios empresariales.
1.- El mercado descontaba recesión
En sus informes de noviembre de 2022, tanto la OCDE como el FMI esperaban un crecimiento del 0,5% para la zona euro. Suelen pecar de optimismo y de llevar mucho retraso, pero el consenso de los analistas también apuntaba a crecimiento cero o ligeramente negativo.
2. Desplome del precio de la energía
Hay varios factores que explican la caída del precio del gas y la electricidad. Por una parte, estamos teniendo un invierno más cálido de lo habitual en Europa, lo que está haciendo que empresas y hogares utilicen menos horas de calefacción y con menor potencia. Está lloviendo más y estamos teniendo más viento que otros ejercicios, por lo que las energías hidráulica y eólica están aportando más al pool eléctrico y hay menos necesidad de utilizar gas.
Además, están comenzando a funcionar las nuevas regasificadoras que se empezaron a construir hace meses y algunas centrales nucleares francesas que habían estado apagadas por mantenimiento están volviendo a entrar en funcionamiento poco a poco. Por último, a pesar de los temidos cortes de suministro de Rusia y Ucrania, los expertos nos transmiten que de una u otra forma, las materias primas están llegando a Europa.
A todo lo anterior hay que añadir que el riesgo de desabastecimiento prácticamente ha desaparecido. Las reservas de gas de Europa se llenaron al máximo en verano y no ha hecho falta tirar de ellas. Como ya estamos a mediados de enero, no es exagerado aventurar que incluso si tuviésemos un final de invierno muy frío, dichas reservas deberían ser suficientes para evitar problemas de suministro.
Al caer el precio del gas y haber más producción, el precio de la electricidad está bajando. La caída generalizada de la energía supone un ahorro para la economía europea y, por tanto, mayor crecimiento económico.
La caída generalizada de la energía supone un ahorro para la economía europea y, por tanto, mayor crecimiento económico.
3.- Reapertura de China
China ha dejado atrás su política de COVID-19 cero y ha abierto su economía. Aunque en estos momentos están viviendo un contagio masivo, en breve volverán a la normalidad, como ocurrió en el resto del mundo. En ese momento, la actividad económica se recuperará. Veremos un incremento en la producción y en la demanda, tanto de materias primas como de productos manufacturados y servicios. Si la mayor población del mundo se echa a la calle, como hicimos en Europa, el movimiento se sentirá en todo el mundo, y China es el mayor socio comercial de Europa.
La parte negativa es que, a medida que normalicen su situación, aumentará su demanda de energía, lo que podría volver a impulsar los precios mundiales y, por tanto, la inflación.
Al caer el precio del gas y haber más producción, el precio de la electricidad está bajando.4.- Se empiezan a elevar las expectativas de crecimiento
Como consecuencia de lo anterior, estamos empezando a ver cómo organismos y analistas elevan sus estimaciones de crecimiento, especialmente en Alemania. Ha sido el país europeo más impactado por la subida del precio de la energía y el cierre de China, tanto por el elevado peso de su industria como de las exportaciones en su PIB. Como ambos problemas están mejorando, los indicadores macro también lo están haciendo, como así se aprecia en los últimos datos de producción industrial y de expectativas de los inversores, del Instituto Zew.
En definitiva, aún es pronto para decir si Europa evitará o no la recesión. Al fin y al cabo, los tipos siguen subiendo y el BCE quiere ralentizar la marcha de la economía. Pero las perspectivas son hoy mejores que hace unos meses. En Mutuactivos seguimos creyendo que la apuesta por la deuda pública y el crédito es muy atractiva y tenemos una visión positiva de las bolsas a largo plazo, pero a corto, por ahora, seguimos siendo prudentes. El mercado ha descontado las buenas noticias a toda velocidad y aunque la valoración de las bolsas europeas sigue siendo atractiva, nosotros seguimos teniendo dudas: nos preocupa la probable contracción de los beneficios empresariales.
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