Sorpresas muy positivas en los resultados empresariales
- 19 noviembre, 2021
El incremento de los beneficios empresariales ha vuelto a ser francamente bueno este trimestre. Aunque el resultado se obtiene comparando las cifras del tercer trimestre de este año con las del mismo periodo de 2020, con la pandemia paralizando la actividad, puede sorprender que los datos sean tan buenos cuando los costes han subido con fuerza por el alza de la inflación.
El crecimiento del beneficio por acción ha sido de más del 42% en EE. UU. y del 44% en Europa, de media un 10% mejor de lo esperado. También es destacable que el incremento haya podido ser tan fuerte cuando el crecimiento de la línea de ingresos ha sido de “solo” un 17%, tanto en EE. UU. como en Europa. Está claro que los márgenes han crecido, pero lo han hecho cuando algunos costes están en plena escalada.
¿Cómo pueden haber sido tan buenos los resultados con un incremento de costes tan elevado? Varios aspectos lo explican.
Por una parte, el incremento de costes se ha visto compensado con un fuerte crecimiento de las ventas, que están compuestas por el número de unidades vendidas y el precio de venta al público. Ambas variables han subido respecto al año pasado, pero, obviamente, la variable clave es que se está vendiendo más que el año pasado.
Grandes diferencias por sectores
Por otra parte, hay grandes diferencias por sectores. A los cíclicos y financieros les ha ido mejor que a los más defensivos, tanto porque estos no han podido trasladar la subida de costes (sectores de venta al público), como porque son menos volubles y no vendieron mucho menos el año pasado (por ejemplo, alimentación). Los más cíclicos sí han podido disfrutar de mayores ventas a precios mucho más altos, como las petroleras. Por último, los bancos están ganando más dinero con una curva de tipos con más pendiente y tras haber desdotado provisiones por insolvencia, ya que ha habido muchos menos impagados de lo que esperaban gracias a las ayudas públicas. Por tanto, materiales y financieros han registrado un fuerte crecimiento de dos dígitos en ambas regiones. Las tecnológicas, a pesar de haber tenido un brillante 2020, lo han vuelto a tener este año.
El crecimiento del beneficio por acción ha sido, de media, un 10% mejor de lo esperado.
Los datos nos permiten sacar algunas conclusiones empíricas: el crecimiento de los ingresos es general, pero los cíclicos crecen más (19,9%), especialmente energía (+75%). Por otra parte, las compañías más defensivas crecen menos (11,6%) y, tras los bancos, el que menos lo hace es el de las eléctricas.
Pasando a los beneficios también hay conclusiones interesantes. El crecimiento del 75% de los ingresos de las petroleras se ha traducido en un incremento de beneficios del 1.800% (no sobran ceros), pero eso ha llevado a incrementos de los beneficios que muchas veces multiplican por tres. En la mayor parte de los casos esto se debe al apalancamiento operativo. Es la situación empresarial en la que los costes son principalmente fijos, de manera que a medida que el volumen de ventas en la empresa aumenta, cada nueva venta contribuye menos a los costes fijos y mucho más a la rentabilidad. En el caso de los bancos, la subida de los ingresos es del 3% pero los beneficios crecen un 37% por la desdotación de provisiones, un efecto contable.
A sectores los cíclicos y financieros les ha ido mejor que a los más defensivos.Poder de fijación de precios
Vamos a pararnos en otra de las causas por la que la subida de los costes no está afectando a los márgenes. Las empresas están recuperando poder de fijación de precios por primera vez en muchos años. En las últimas décadas, la inflación era muy baja, y los clientes no aceptaban subidas de precios de sus proveedores incluso aunque estuviesen justificadas. En esta ocasión, la “sensación” de que la inflación es general, está permitiendo que sí lo puedan hacer.
Hoy la mayor parte están teniendo esa capacidad. El responsable de Hilton afirmó recientemente que están pudiendo trasladar el incremento de costes en tiempo real. Chipotle, Starbucks, Levi Strauss y GlaxoSmithKline y Estée Lauder afirman lo mismo, y son empresas de venta al público.
En fin, la inflación, mientras sea razonable, no siempre es mala.