Intenso final e inicio de año
- 05 enero, 2022
Gracias a las vacunas y a la aplicación de unas intensísimas ayudas fiscales y monetarias, y pese a un lenguaje algo más duro de los bancos centrales, 2021 cerró con fuertes subidas, a las que ayudaron las últimas jornadas del ejercicio. Los últimos días de 2021 fueron muy buenos para la renta variable. El rally navideño hizo que el S&P 500 registrase su mejor diciembre desde 2010 llevando las acciones estadounidenses a máximos históricos.
Por su parte, los mercados europeos consiguieron cerrar su segundo mejor año desde 2009. Estas fuertes subidas contrastan con el movimiento que vivimos en renta fija. Como consecuencia del lenguaje más duro que emplearon los bancos centrales en diciembre, la rentabilidad de la deuda a largo plazo se movió al alza. El bono a 10 años americano tocó la última semana del ejercicio su máximo intertrimestral, llegando al 1,55%.
El rally navideño hizo que el S&P 500 registrase su mejor diciembre desde 2010 y los mercados europeaos consiguieron cerrar su segundo mejor año desde 2009.
Con dicho impulso final, el S&P 500 cerró el año con un alza del 28,7%, seguido de cerca por el 24% del Euro Stoxx 50. A la cola de los mercados desarrollados tenemos al Topix (+18%) o al Ibex 35 (8%). Los 11 sectores MSCI World registraron ganancias de dos dígitos, con el de energía a la cabeza (42%) y el de utilities, a la cola (11%).
Sin embargo, las bolsas de los mercados emergentes tuvieron un rendimiento muy inferior, ya que cerraron con caídas de entre el 2,5% y el 4% dependiendo del índice que utilicemos. La ralentización del crecimiento del PIB chino, un dólar estadounidense más fuerte y unos bancos centrales que han tenido que endurecer su política monetaria han pesado mucho en sus bolsas y economías.
Por diferentes aspectos, los mercados terminaron al alza en 2021.¿Qué nos espera en 2022?
En 2022 la clave será cómo vayan reaccionando los mercados al endurecimiento de la política monetaria, a medida que se vayan tomando decisiones que, en gran parte, dependerán de la evolución de la inflación. Hoy todo apunta a 3 subidas de tipos de la FED este año, pero la creciente convicción entre los inversores de que el ciclo alcista comenzará en primavera ya ha provocado que el lunes, primer día hábil del ejercicio, la rentabilidad de la deuda haya continuado moviéndose al alza. Los bonos del Tesoro de EE. UU. a 2 años subieron 4 puntos básicos, hasta 0,77%, un nuevo máximo post pandemia, mientras que la rentabilidad del bono a 10 años subió 12 puntos básicos, hasta 1,63%, por lo que estamos viendo un importante incremento de la pendiente de la curva de tipos.
Según Bloomberg, el del lunes fue el mayor aumento de principio de año en el rendimiento del bono a 10 años desde 2009. Pero, por ahora, las bolsas están siendo inmunes al movimiento de los tipos. Parecen descontar que el mensaje de los bancos centrales ayudará a evitar el recalentamiento de la economía, pero que serán lo suficientemente hábiles como para evitar provocar una recesión.
Desde nuestro punto de vista, la clave estará en la velocidad a la que suba tipos la FED y su impacto en los mercados de deuda. Pero también en qué sucederá este año con la inflación, ya que las continuas sorpresas están empezando a presionar a los salarios y están aumentando la presión para adelantar el momento de futuras subidas.