Tensión electoral en Estados Unidos
- 01 octubre, 2020
La tensión preelectoral sigue al alza en Estados Unidos y, en consecuencia, en los mercados financieros que continúan cotizando incertidumbre por esta vía. La campaña se ha enrarecido tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, juez progresista del Tribunal Supremo de Estados Unidos que Trump quiere sustituir sin esperar a los comicios, lo que dificulta la aprobación del previsto plan fiscal hasta después de las elecciones (aunque recientemente ha habido avances bastante positivos).
Trump ya ha nombrado a una candidata muy conservadora, que, de ser confirmada en el puesto, llevaría a una mayoría republicana de 6 a 3 en el Supremo que podría durar generaciones al ser puestos de por vida. A ello se une, además, la noticia sobre el impago de impuestos por parte de Trump en 10 de los últimos 15 años por perder más dinero que el que ganó.
La tensión está al rojo vivo entre los dos candidatos que ya están dando a conocer sus posturas sobre temas controvertidos como el Tribunal Supremo, el racismo y la violencia en las ciudades.
El voto por correo, en vilo
En las elecciones del próximo 3 de noviembre se elegirá la composición de un tercio del Senado (dos senadores por estado). En la actualidad, está integrado por 53 republicanos y 47 demócratas, por lo que la mayoría podría cambiar con facilidad. La constitución de los 435 miembros del Congreso es proporcional en función de la población y la elección del presidente de Estados Unidos.
Diversas encuestas muestran que más de un 30% de la población votará por correo, y más de un 30% de los estados admiten que el voto por correo llegue con posterioridad al día de las elecciones, especialmente en algunos estados claves como Florida. Si a ese coctel le añadimos que un porcentaje muy elevado del voto por correo parece ser demócrata, cabe la posibilidad de que el resultado electoral que se muestre la noche de las elecciones cambie tras el recuento del voto por correo.
Las elecciones EEUU se prevén tensas después de este debate.Y si los datos sobre hacia donde se inclina el voto por correo son correctos, es posible que la noche electoral el Partido Republicano obtenga un mejor resultado y que, a medida que vaya llegando el voto por correo, el apoyo a Biden crezca. De ser así, Trump ya ha dicho que no quiere esperar a dicho voto por correo, que considera que podría ser fraudulento. Este escenario, relativamente probable salvo que Biden gane el día de las elecciones por un amplio margen, podría llevar a EEUU a una situación complicada.
Los partidos podrían iniciar acciones legales en estados claves, solicitar recuentos e incluso recursos legales que pueden llegar el tribunal supremo. Podría haber acusaciones de fraude y eliminación de votos, y disputas legales similares a las del 2000, en las que, tras un mes de batallas legales por los recuentos de votos en Florida, el Supremo dio la victoria a Bush frente a Al Gore. En 1876 no se eligió al Presidente Rutherford Birchard Hayes hasta 5 meses después, periodo en el que el S&P cayó un 12%.
Consideramos que el factor más negativo para los mercados sería tener incertidumbre con posterioridad al día de las elecciones. Si tardamos semanas o hasta un mes en conocer al ganador de las elecciones, los mercados no se lo van a tomar bien.