Nº 66 - Junio 2013
  1. Visión de mercados

    ¿Nos hemos acostumbrado a los políticos?

  2. Novedades

    Nuevo plan de ahorro e inversión

  3. Resultados Mutuactivos
  4. Aula de Formación

    Fusiones y Adquisiciones: Diferencias, tipo y efectos

Aula de Formación. Fusiones y Adquisiciones: Diferencias, tipo y efectos

aplicación Mutuactivos

Una Fusión es la combinación de dos empresas para formar una tercera completamente nueva. Las empresas fusionadas dejan de existir y sus acciones se intercambian por acciones de la nueva sociedad. La Adquisición es la combinación de dos sociedades mediante la absorción de una por parte de la otra, adquiriendo la compañía absorbente el activo y pasivo de la empresa absorbida. Normalmente, dos empresas de magnitud similar se combinan en una fusión. Sin embargo, cuando las empresas difieren significativamente en cuanto a su tamaño, es más común que una adquiera a la otra.

Hay numerosos estudios que demuestran que las fusiones y adquisiciones realizadas en épocas de crisis proporcionan mejores dividendos y ganancias que aquellas llevadas a cabo cuando la economía está boyante. En la parte más baja del ciclo el precio de adquisición es menor y los bajos tipos de interés facilitan a las empresas asumir un mayor nivel de endeudamiento para afrontar compras, al incrementar su capacidad de pago. La apertura de mercados y la globalización han reforzado la competencia a la que se enfrentan las empresas, que han de competir con otras en costes, tamaño y capacidad tecnológica. Asimismo, el auge del capital riesgo ha multiplicado las posibilidades de inversión empresarial.

Los principales factores para el éxito son, por orden de importancia: precio de adquisición, capacidad directiva del equipo que se queda, experiencia, rapidez en la ejecución y capacidad de reducción de costes, además de la liquidez. Actualmente, los mercados consideran que es un buen momento para comprar o fusionarse con otras empresas, aprovechando las dificultades que muchas de ellas atraviesan para mantenerse y salir a flote. Se trata de una excelente fórmula de crecimiento siempre y cuando se lleven a cabo las acciones correctas, en el momento justo.

Muchos dirigentes empresariales han sido capaces de proporcionar a sus accionistas interesantes dividendos realizando fusiones y adquisiciones aprovechándose de las horas bajas que atraviesan otras compañías. En la década comprendida entre 1996 y 2006, en Reino Unido, las fusiones y adquisiciones que se llevaron a cabo permitieron a las empresas implicadas duplicar sus dividendos, mientras que las ganancias por acción obtenidas de las operaciones realizadas en épocas de bonanza económica fueron exactamente la mitad.

La historia está llena de episodios que nos demuestran que grandísimas fortunas se han obtenido en épocas de guerras y de grandes depresiones económicas. Empresas bien capitalizadas consiguieron resultados muy rentables en sus fusiones y adquisiciones.

Comprar inteligentemente, en el momento justo, y a precios muy bajos les permite alcanzar sinergias interesantes, reforzar el crecimiento y poder de la empresa, reducir costes, expandirse geográficamente, beneficiarse fiscalmente, incrementar sus beneficios y posicionarse mejor frente al resto del sector. Para la economía de muchos países que hoy día atraviesan serias dificultades a raíz de la crisis, es sumamente positivo y enriquecedor el hecho de que se realicen buenas operaciones de esta clase. Las fusiones y adquisiciones pueden clasificarse fundamentalmente en 3 tipos:

Cuando se anuncia una compra o una fusión, se produce un impacto muy grande dentro de las organizaciones implicadas. Se percibe una gran desorientación y parálisis por la noticia. Los efectos más frecuentes son de índole personal y laboral, dado que el personal de mayor jerarquía puede temer por su carrera profesional o los niveles medios y bajos pueden tener temor a perder sus puestos de trabajo. De media, cada año, las empresas que han sido absorbidas despiden aproximadamente al 25% de su plantilla, creándose inestabilidad entre los equipos directivos. En ocasiones, muchas de estas operaciones que a priori se han realizado con acierto llegan a fracasar precisamente por dedicar excesivo tiempo a la restructuración de su plantilla, afectando en consecuencia al rendimiento y a la aplicación del nuevo plan estratégico de la empresa.