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25 DE ABRIL |

¿Qué es el peaje “free flow”?

El peaje “free flow” se perfila como la próxima revolución en la red de autopistas de España.

Fue el 2 de julio de 1969 cuando se inauguró el primer tramo de autopista de peaje, la A-19 entre Montgat y Mataró, en la provincia de Barcelona. Desde entonces, los peajes han formado parte de nuestro sistema de autopistas, evolucionando a medida que la tecnología y las necesidades de movilidad han ido cambiando, como ha ocurrido en el resto de los países de nuestro entorno.

Durante décadas, el modelo tradicional basado en barreras y cabinas de cobro ha sido el predominante, con las retenciones o tiempos de espera como principal inconveniente. A mediados de los años noventa llegó una innovación que marcó un antes y un después: el dispositivo electrónico conocido como Via-T. Este pequeño aparato, colocado en el parabrisas, permite el pago automático sin necesidad de detenerse en las barreras, agilizando el tránsito y sentando las bases de lo que hoy conocemos como sistemas de telepeaje. Si quieres viajar sin parar en los peajes, recuerda que con MutuaMás puedes contratar tu Via-T con dispositivo y envío incluido. Infórmate aquí.

¿Qué es el peaje free flow? – ÓN

Ahora, con el avance imparable de la tecnología y la necesidad de una movilidad más eficiente y sostenible, España se prepara para adoptar de forma generalizada el sistema de peaje “free flow”. Este modelo elimina completamente las barreras físicas, sustituyéndolas por arcos equipados con cámaras y sensores capaces de identificar a los vehículos mediante matrículas o dispositivos electrónicos similares al Via-T. La idea es que los usuarios puedan circular sin detenerse ni reducir la velocidad, mientras el cobro se realiza automáticamente.

El modelo “free flow” sustituye las barreras por arcos equipados con cámaras y sensores.

El Gobierno ha anunciado su intención de implantar este sistema progresivamente en las principales vías del país a partir de los próximos años. Aunque todavía se están definiendo muchos aspectos técnicos y legales, se sabe que el cobro no será uniforme para todos los vehículos. Las tarifas variarán en función de varios criterios, como el tamaño, el peso, las emisiones contaminantes y, posiblemente, el tipo de uso, particular o profesional. Así, los vehículos más contaminantes o pesados pagarán más que los ligeros y ecológicos, en un esfuerzo por fomentar un parque móvil más limpio y eficiente.

Este enfoque flexible en las tarifas responde también a la voluntad de integrar el principio de “quien más contamina, más paga”, favoreciendo el uso de vehículos eléctricos y de bajas emisiones. Asimismo, se espera que se ofrezcan modalidades de prepago, abonos y descuentos para residentes o usuarios frecuentes, todo ello gestionado de forma digital mediante aplicaciones móviles y plataformas online.

El modelo de peaje “free flow” representa no solo una transformación tecnológica, sino también un cambio cultural en la forma en que los conductores perciben el uso y el coste de las infraestructuras públicas. La eliminación de las cabinas de cobro pondrá fin a una imagen que ha acompañado a varias generaciones de conductores españoles, abriendo paso a una movilidad más fluida, segura y respetuosa con el medio ambiente.

Los sistemas de pago que, ya hoy, operan en las autopistas con este tipo de peaje tanto en Portugal como en Francia y en la A-636 del País Vasco, son los bonos de prepago, la vinculación de tarjeta bancaria a la matrícula del vehículo, el pago manual posterior dentro de un plazo determinado o los dispositivos como el mencionado Via-T.

© Imágenes: Shutterstock

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