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Aprovechamos la rotación sectorial

El cambio de tendencia en política monetaria, que marca el previsible inicio de subidas de tipos de interés este año, con seguridad en EE. UU. y potencialmente en la zona euro, anticipa un año volátil en las bolsas.

Publicado por Mutuactivos

  • 08 febrero, 2022
  • Autor Blog Mutuactivos

    Por Mutuactivos

    • 08 febrero, 2022

    El cambio de tendencia en política monetaria, que marca el previsible inicio de subidas de tipos de interés este año, con seguridad en EE. UU. y potencialmente en la zona euro, anticipa un año volátil en las bolsas. Muy probablemente veremos diversos episodios de rotación sectorial en la renta variable. En Mutuactivos estaremos atentos para poder aprovecharlos.

    El movimiento de los tipos ha comenzado. Los bancos centrales a ambos lados del Atlántico están dispuestos a actuar para frenar la inflación, lo que lleva implícito posibles subidas de los tipos de interés. En Estados Unidos, parece claro que la Fed comenzará a elevar el precio del dinero en breve (previsiblemente anunciará el primer ascenso el próximo mes de marzo), mientras que, en Europa, Christine Lagarde, presidenta del BCE, no descartó en su último discurso (del pasado 3 de febrero) poder empezar a hacerlo antes de que acabe el año.

    El endurecimiento de la política monetaria genera, históricamente, efectos tanto en los mercados de renta fija como de renta variable, que suelen acoger los cambios con fuertes sesiones de volatilidad.

    El endurecimiento de la política monetaria genera, históricamente, efectos tanto en los mercados de renta fija como de renta variable, que suelen acoger los cambios con fuertes sesiones de volatilidad. En las bolsas, muy probablemente se darán episodios de rotación sectorial, como los que ya hemos vivido en las últimas semanas y a los que estaremos atentos para tomar posiciones en nuestras carteras.

    ¿Qué acciones se ven impactadas por una subida de tipos de interés? Los ascensos en el precio del dinero impactan de forma negativa sobre sectores de crecimiento, como la tecnología o los valores relacionados con la transición energética y sobre los sectores de calidad con beneficios recurrentes y elevados dividendos, ya que se comportan de forma similar a un bono. Este tipo de compañías tienen una elevada sensibilidad negativa a subidas de tipos. En las primeras semanas del año ya hemos visto que han sufrido fuertes correcciones, que desde Mutuactivos hemos aprovechado, de forma muy concreta y seleccionada. Entre otras acciones, por ejemplo, hemos reforzado nuestra posición en Meta y en Google. En la gestora del Grupo Mutua consideramos que estos segmentos presentan gran potencial de crecimiento y que deben seguir estando presentes en cualquier cartera diversificada.

    Aprovechamos la rotación sectorial - Blog MutuactivosLos sectores más cíclicos presentan una sensibilidad positiva a tipos de interés

    Por otro lado, los sectores más cíclicos presentan una sensibilidad positiva a tipos de interés: es decir, suelen beneficiarse cuando el precio del dinero sube. Es el caso del sector financiero: bancos, aseguradoras… En Mutuactivos, entre otros títulos de estos segmentos nos gustan Catalana Occidente, Allianz y BNP Paribas.

    En la actualidad, contamos con carteras muy diversificadas en renta variable, con combinación de ambos tipos de compañías: de crecimiento y cíclicas. Seguiremos fieles a nuestra filosofía de gestión activa y atentos a todas las oportunidades que puedan darse para cosechar la mayor rentabilidad posible para nuestros clientes.

     

     

    MUTUACTIVOS, S.A.U., S.G.I.I.C., sociedad gestora con domicilio social en Paseo de la Castellana, 33, 28046 Madrid, inscrita en el registro de la CNMV con el número 21.

    El contenido del presente documento tiene una finalidad meramente informativa, no es y no puede considerarse en ningún momento asesoramiento en materia de inversión u opinión legal, no pretendiendo reemplazar el asesoramiento necesario en esta materia y no constituyendo una oferta de venta o petición de una oferta de compra.

    Todas las opiniones y estimaciones facilitadas están elaboradas en base a fuentes consideradas como fiables. No obstante lo anterior, Mutuactivos no puede garantizar que sean exactas o completas y no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida, directa o indirecta, que pudiera resultar del uso de las informaciones facilitadas en este documento.

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Las subidas de tipos de interés y sus efectos sobre la economía

De los veintitrés ciclos de aumentos de tipos realizados por la Reserva Federal americana, hemos analizado los que tienen una mayor intensidad, bien por la duración en la subida, bien por la amplitud de ésta.

Publicado por Ignacio Dolz de Espejo

  • 03 febrero, 2022
  • Ignacio Dolz de Espejo | Mutuactivos

    Por Ignacio Dolz de Espejo

    • 03 febrero, 2022

    La Reserva Federal Estadounidense (FED) ya ha anunciado que este año 2022 empezará a subir los tipos de interés con el fin de evitar un recalentamiento mayor de la economía, detectado tanto en la brutal subida de la inflación como en los niveles mínimos de paro. Hay numerosos estudios que analizan la relación entre los movimientos de los tipos de interés y el crecimiento económico y las bolsas. Buscan averiguar tanto la causalidad entre ambas variables como la reacción en magnitud y temporalidad que tiene una sobre otra… es decir, si fue antes la gallina o el huevo. Examinan, además, si la subida de tipos es la que provoca movimientos sobre el crecimiento económico de los países o es el crecimiento el que motiva cambios en los tipos de interés.

    Desde 1970 en EE. UU. se han producido veintitrés ciclos de subida de tipos de interés, entendiendo por ciclo el período que comienza con el inicio del alza y que termina con el primer descenso que la FED realiza en el tipo oficial. No todos han sido de la misma intensidad ni duración.

    Hay numerosos estudios que analizan la relación entre los movimientos de los tipos de interés y el crecimiento económico y las bolsas.

    De los veintitrés ciclos de aumentos de tipos realizados por la Reserva Federal americana, hemos analizado los que tienen una mayor intensidad, bien por la duración en la subida, bien por la amplitud de ésta. En general, a medida que los tipos de interés son más bajos, la amplitud de los ciclos de subida es mayor y los ciclos de bajada son más rápidos. Mientras que, en períodos de tipos altos, las subidas son más rápidas y los descensos más dilatados en el tiempo en la mayoría de los ciclos.

    Analizamos ahora el efecto en las principales magnitudes macroeconómicas desde el inicio de los diferentes ciclos de subida de tipos de interés.

    En la mayoría de los casos, se produce una minoración en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), que se inicia entre el segundo y tercer trimestre siguientes a la primera subida de tipos. El PIB acelera su corrección coincidiendo con el momento en que los tipos ya están bajando. En este caso no se trata de un efecto, sino de un detonante que provoca una bajada de tipos por parte de los bancos centrales. Una medida que busca reactivar la economía.

    La confianza del consumidor, como uno de los principales indicadores adelantados, alcanza sus máximos entre dos y cuatro meses antes del inicio de subida de tipos de interés, sobre todo en los últimos ciclos. Pero en los previos al siglo XXI, es un indicador que se ha mostrado fuerte en la mayor parte de los casos, iniciando un retroceso al final de los ciclos.

    Las subidas de tipos de interés y sus efectos sobre la economía - Blog MutuactivosDesde 1970 en EE. UU. se han producido veintitrés ciclos de subida de tipos de interés

    El bono a 10 años es otro de los indicadores adelantados, pero lo analizamos más desde la perspectiva del fin de ciclo. Como media, alcanza su máximo en cuanto al interés que ofrece dos trimestres antes del final de ciclo de subida de tipos.

    Pero si queremos ver un indicador en el bono que anticipe el inicio de las alzas, éste es sin duda el diferencial entre el bono a 10 y a 2 años. En este caso, la diferencia en rentabilidad entre uno y otro bono alcanza su máximo entre dos y tres trimestres antes del inicio de ciclo de subida.

    El mercado de renta variable debe ser considerado también como indicador adelantado. Los tres primeros meses tras la primera subida de tipos suelen ser negativos y es desde el cuarto o quinto mes cuando se obtienen las mayores rentabilidades anuales acumuladas. Por ejemplo, tras el tercer mes del ciclo de alzas, una inversión en el índice estadounidense S&P logra una rentabilidad anual positiva que va desde el 10,5% hasta el 28,6%, con una media del 18,8%.

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Radiografía de la inflación: hacia dónde vamos

Hasta hace unos meses, el que hablaba de inflación era tildado de viejo retrógrado. La realidad hoy es que los precios están creciendo casi un 7% en EE. UU. y un 5% en la UE. La mayor parte de los bancos centrales han reconocido que ya no es un fenómeno transitorio a pesar de que esperan que tienda a la baja este año. ¿Será así?

Publicado por Ignacio Dolz de Espejo

  • 20 enero, 2022
  • Ignacio Dolz de Espejo | Mutuactivos

    Por Ignacio Dolz de Espejo

    • 20 enero, 2022

    Hasta hace unos meses, el que hablaba de inflación era tildado de viejo retrógrado. La realidad hoy es que los precios están creciendo casi un 7% en EE. UU. y un 5% en la UE. La mayor parte de los bancos centrales han reconocido que ya no es un fenómeno transitorio a pesar de que esperan que tienda a la baja este año. ¿Será así?

    En las últimas décadas el trabajo de los bancos centrales probablemente se hizo más fácil por una serie de tendencias estructurales. La globalización redujo los costes de producción y el poder de negociación de los trabajadores, reprimiendo el crecimiento de los salarios. Y el envejecimiento progresivo de la población hizo que el ahorro creciese.

    Además, a partir de los años 90 los avances tecnológicos fueron muy deflacionistas. Pero en esta ocasión, el Covid ha provocado un movimiento contrario. Los bancos centrales han inyectado enormes cantidades de dinero en el sistema financiero y los gobiernos han emprendido programas de gasto nunca vistos en periodos de paz (el déficit presupuestario del gobierno de Estados Unidos superó el 12% del PIB, tanto en 2020 como en 2021).

    El desajuste entre una demanda que rebotó mucho más rápido de lo esperado y unos inventarios en mínimos por los bajos precios del año anterior hizo que los precios del carbón, el gas y el petróleo se dispararan al alza.

    Al mismo tiempo, se interrumpió la producción de todo tipo de bienes y servicios y los problemas en el transporte marítimo mundial han llevado a retrasos sin precedentes. El desajuste entre una demanda que rebotó mucho más rápido de lo esperado y unos inventarios en mínimos por los bajos precios del año anterior hizo que los precios del carbón, el gas y el petróleo se dispararan al alza.

    Por tanto, la globalización ha dado, al menos temporalmente, paso a desglobalización (las empresas manufactureras quieren tener a sus proveedores más cerca). El envejecimiento de la población se está compensando con la paulatina desaparición de los “baby boomers”, pero también con escasez de mano de obra y con una demanda extraordinaria.

    Radiografía de la inflación: hacia dónde vamos - Blog MutuactivosLa tecnología, aunque muy deflacionista, no está sirviendo para compensar el resto de las fuerzas.

    Fuerzas que alimentan los precios

    La tecnología, aunque muy deflacionista, no está sirviendo para compensar el resto de las fuerzas. Pero hay otros factores que alimentan los precios: algunas materias primas no acaban de corregir (petróleo, cobre…): el precio medio del petróleo en 2021 fue de 71 dólares; suponiendo que no sube más, deberemos esperar, al menos hasta primavera, para que empiece a tener efecto negativo en la inflación.

    El precio del alquiler está empezando a subir en EE. UU., la transición energética… Pero también debemos tener en cuenta que la variante Ómicron del Covid ha vuelto a desestabilizar unas cadenas de suministro imposibles de sincronizar por la dispersión geográfica de las distintas olas de la enfermedad y la variabilidad de medidas que toman los gobiernos. Además, la inflación puede también alimentarse a sí misma: a medida que las personas se acostumbran a aumentos de precios mayores y más frecuentes, empiezan a demandar salarios más altos, lo que se conoce como efectos de segunda ronda que, en caso de cristalizarse, serían muy difíciles de apagar al desanclarse las expectativas.

    Pero los precios deberían estabilizarse y empezar a caer en la primavera gracias a la relajación de la demanda de energía por el fin de la temporada de frio, al aumento de la producción de combustible y a la reducción del presupuesto de los hogares.

    Además, los factores estructurales que arrastraron la inflación a la baja los últimos años permanecen en su lugar. La población continúa envejeciendo y, a pesar de las presiones sobre el suministro mundial, hay pocos signos de un amplio retroceso en la globalización.

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A por las oportunidades de 2022

Cerramos 2021 con resultados positivos a nivel de captación y rentabilidad y arrancamos 2022 con el ilusionante reto de seguir tratando de cosechar rentabilidades para nuestros clientes.

Publicado por Mutuactivos

  • 18 enero, 2022
  • Autor Blog Mutuactivos

    Por Mutuactivos

    • 18 enero, 2022

    Cerramos 2021 con resultados positivos a nivel de captación y rentabilidad y arrancamos 2022 con el ilusionante reto de seguir tratando de cosechar rentabilidades para nuestros clientes. El crecimiento económico, los tipos de interés, la inflación y la evolución del Covid continuarán siendo algunos de los grandes temas que marcarán el rumbo en los mercados.   

    En cuanto a crecimiento económico, todo apunta a que en 2022 se desacelerará, pero no se estancará, con lo que será un movimiento lógico y no preocupante. Respecto a la inflación, los precios deberían estabilizarse y empezar a caer en la primavera gracias a la relajación de la demanda de energía por el fin de la temporada de frío, al aumento de la producción de combustible y la reducción del presupuesto de los hogares. Por su parte, en cuanto a tipos de interés se refiere, la clave será conocer cuánto podrán endurecer la política monetaria los bancos centrales sin provocar un problema en los mercados o una recesión.  

    El crecimiento económico, los tipos de interés, la inflación y la evolución del Covid continuarán siendo algunos de los grandes temas que marcarán el rumbo en los mercados. 

    Mientras el endurecimiento de la política monetaria no asuste a los inversores y no veamos movimientos mucho más violentos de la deuda, los activos de riesgo deberían tener un buen resultado este ejercicio por su atractivo relativo, aunque con volatilidad por el camino.

    Alta liquidez en fondos de renta fija

    En Mutuactivos creemos que los bancos centrales sí serán capaces de evitar que la inflación se haga estructural, porque con dar un mensaje agresivo o actuar, debería valer para enfriar la economía. También creemos que deberían ser capaces de evitar que los tipos a largo suban en exceso, porque son muy sensibles al ritmo de crecimiento de la economía. Por tanto, la variable más peligrosa es la parte corta y media de la curva de tipos de interés: si en el mercado secundario los tipos entre el año y los 7 años se disparan, habremos enfriado la economía en exceso. Por esa razón, creemos que sigue teniendo sentido estar cortos de la curva americana, pero queremos estarlo precisamente en la parte central de esta (en el bono a 5 años).

    En crédito seguimos aplicando una estrategia polarizada con un peso elevado en el activo combinado con posiciones muy relevantes en liquidez. Los diferenciales están muy estrechos y tienen poco margen para absorber las pérdidas por tipos de interés. Además, aunque el escenario actual no es muy favorable para la renta fija, seguimos viendo algunas oportunidades puntuales, sobre todo en términos relativos, como en el segmento de los bonos híbridos corporativos.

    A por las oportunidades de 2022 - Blog MutuactivosAunque el escenario actual no es muy favorable para la renta fija, seguimos viendo oportunidades puntuales.

    Atentos a la rotación bursátil

    En bolsa, seguimos viendo potencial. Aunque las valoraciones absolutas parezcan caras, la renta variable no está excesivamente cara en relativo.

    Geográficamente seguimos apostando por tener un peso similar entre Estados Unidos y Europa y estamos sobre ponderados en Japón y emergentes. Como esperamos mucha volatilidad en tipos, creemos que en 2022 habrá varios episodios de rotación sectorial en bolsa que nos gustaría aprovechar. Los sectores de crecimiento como tecnología americana y las compañías beneficiadas por la transición energética tienen una elevada sensibilidad (negativa) a subidas de tipos, pero creemos que deberían seguir formando parte de cualquier cartera porque son una de las mayores fuentes de crecimiento. Por su parte, los sectores más cíclicos tienden a beneficiarse de las alzas en el precio del dinero. Con el ancla del crecimiento puesta en EE. UU., intentaremos ser muy flexibles en nuestra exposición sectorial, comprando cuando se produzcan correcciones.

     

     

    El contenido del presente documento tiene una finalidad meramente informativa, no es y no puede considerarse en ningún momento asesoramiento en materia de inversión u opinión legal, no pretendiendo reemplazar el asesoramiento necesario en esta materia y no constituyendo una oferta de venta o petición de una oferta de compra.

    Todas las opiniones y estimaciones facilitadas están elaboradas en base a fuentes consideradas como fiables. No obstante lo anterior, Mutuactivos no puede garantizar que sean exactas o completas y no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida, directa o indirecta, que pudiera resultar del uso de las informaciones facilitadas en este documento.

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Carta trimestral de Mutuactivos

El entorno de represión financiera perjudica a los ahorradores, que se ven obligados a aumentar el perfil de riesgo de sus carteras. 

Publicado por Emilio Ortiz

  • 17 enero, 2022
  • Autor Emilio Ortiz

    Por Emilio Ortiz

    • 17 enero, 2022

    Estimados inversores,

    Cerramos un año extraordinario para las bolsas mundiales, que acumulan una rentabilidad media superior al 20%. Este buen comportamiento tiene su explicación en la fuerte recuperación de la economía y de los beneficios empresariales, en un entorno de generosos estímulos económicos y tipos de interés en mínimos históricos.

    Aunque, a priori, este debería haber sido el año de las bolsas europeas, más expuestas a sectores cíclicos y, por tanto, más beneficiadas por la reapertura económica y la normalización de los tipos de interés, finalmente ha vuelto a ser la bolsa americana la que ha liderado la clasificación. El S&P 500 cierra el año con una rentabilidad del 28,7% (incluyendo dividendos), superando en más de cinco puntos a las bolsas europeas (+23,3% para el Eurostoxx 50).

    La nota discordante la ponen los mercados emergentes, que cierran el año con pérdidas, a pesar de la depreciación generalizada de sus divisas. El caso más destacado, por su trascendencia, es el de la bolsa china, que se deja un 5% en un año marcado por la intervención del gobierno en sus grandes empresas tecnológicas y la crisis de la inmobiliaria Evergrande.

    La alta exposición a las divisas latinoamericanas, la estructura sectorial del índice y la creciente incertidumbre regulatoria explican la pobre rentabilidad relativa del Ibex35, que cierra el año en +10,8%, bastante por detrás de las bolsas europeas.

    La contrapartida de esa recuperación que tanto ha favorecido a las bolsas ha sido un repunte generalizado, aunque contenido, de los tipos de interés. Esta alza de tipos, que ha sido algo más acusada en EE.UU. que en Europa explica el mal comportamiento de los índices de renta fija durante el año. El más representativo, el Global Aggregate, se deja un 4,71% durante el año (un 3% ajustando el efecto divisa), la mayor caída anual en 15 años.

    Sólo los bonos ligados a la inflación y el crédito corporativo de menor calidad (pero de mayor rendimiento) han salvado el año con ganancias. 

    2021: captaciones récord para Mutuactivos

    2021 ha sido también un buen año para Mutuactivos, no solo por haber superado con creces nuestros objetivos comerciales, con una captación récord, sino porque prácticamente todos los fondos que gestionamos, a excepción de los monetarios, que no pueden eludir la fuerza gravitatoria de los tipos de interés negativos, han generado rentabilidades positivas.

    Destacan claramente nuestros fondos de renta variable americana e internacional, que se han beneficiado doblemente por la subida de las bolsas y la apreciación del dólar, obteniendo rentabilidades del entorno del 30%. A la cabeza, Mutuafondo Tecnológico FI, que cierra el año con una rentabilidad neta del 32%, batiendo al Nasdaq Composite en su primer año como fondo de gestión directa. El “Tecno” acumula una rentabilidad media anual, neta de comisiones, del 18,67% en los últimos 10 años, lo que supone haber multiplicado por 4,5 veces el capital.

    Sin embargo, y pese a que las rentabilidades son mucho más limitadas, creo que ha sido en la renta fija donde nuestra gestión es más destacable. Ganar dinero en esta categoría, en un entorno en el que los tipos de interés repuntan desde mínimos históricos, es muy difícil, porque la baja rentabilidad de partida no ofrece ninguna protección para amortiguar la caída en el precio de los bonos a medida que los tipos suben. Y a pesar de ello, haciendo una gestión activa de las carteras, hemos conseguido obtener una rentabilidad media del 1,30% en los productos más representativos.

    En este punto quiero destacar Mutuafondo Bonos Subordinados III, FI. Y no tanto por su rentabilidad, que para un producto de renta fija es muy buena (+3,10%), sino por el hecho de que, fiel al compromiso adquirido con nuestros inversores, y una vez alcanzadas las metas que nos habíamos fijado, Mutuactivos levantó las comisiones de reembolso de este fondo, permitiendo a los inversores una salida anticipada con una rentabilidad neta del entorno del 23%. Creo que este pequeño detalle, que para Mutuactivos supone renunciar a más de dos años de comisiones, dice mucho de nuestra empresa. 

    Fiel al compromiso adquirido con nuestros inversores, y una vez alcanzadas las metas que nos habíamos fijado, Mutuactivos levantó las comisiones de reembolso de Mutuafondo Bonos Subordinados III, FI; permitiendo a los inversores una salida anticipada con una rentabilidad neta del entorno del 23%. Creo que este pequeño detalle, que para Mutuactivos supone renunciar a más de dos años de comisiones, dice mucho de nuestra empresa. 

    Atentos a la inflación

    Sin duda, el indicador económico que más titulares ha generado durante el pasado año ha sido la inflación. En el caso de España, el dato preliminar de diciembre apunta a una inflación interanual del 6,7%, la cifra más alta en 30 años. 

    La evolución de la inflación y, sobre todo, la reacción de los bancos centrales a los sucesivos datos, han sido, junto con el Covid, el principal foco de debate en los mercados durante 2021.

    Si hasta el verano tanto la FED (el banco central americano) como el Banco Central Europeo insistían en que la inflación era transitoria, más recientemente, a medida que los datos la han convertido en un tema de debate público, hemos visto un tono más duro (“hawkish”) que apunta hacia un paulatino endurecimiento de las condiciones financieras en los próximos trimestres.

    Pero más allá de la discusión sobre si la inflación es coyuntural o estructural y sobre la trascendencia que pueda tener de cara a las decisiones de política monetaria, lo más llamativo es la limitada reacción de los mercados de bonos ante estos datos.

    Con una inflación del 6,8% en los últimos doce meses y con los swaps de la inflación americana a 10 años cotizando al 2,75%, choca bastante que la rentabilidad del bono americano a 10 años haya repuntado solamente 60 puntos básicos durante 2021, cerrando en el 1,50%.

    De hecho, en los últimos 30 años no encontramos ningún episodio similar. En ese periodo, la rentabilidad de los bonos siempre ha estado íntimamente ligada a las expectativas de inflación. A fin de cuentas, ¿quién iba a invertir en un instrumento en el que espera perder un 1,25% anual en términos reales en los próximos 10 años?

    Uno de los supuestos fundamentales en los modelos de construcción de carteras es la existencia de un activo que permite obtener una rentabilidad positiva sin necesidad de arriesgar el capital. Combinando este activo “libre de riesgo” (tradicionalmente la deuda pública a corto plazo) con otros activos más volátiles (la renta variable, por ejemplo), cada inversor puede construirse una cartera cuya combinación de rentabilidad esperada y volatilidad se adecúe a su perfil de riesgo.

    Renta fija vs renta variable

    En la medida en que, durante las últimas décadas, la rentabilidad de la deuda pública a corto plazo siempre ha mantenido una relación muy estrecha con la inflación, el inversor tenía la opción de mantener el valor real de su capital sin sobresaltos. Bastaba con invertirlo en un fondo monetario o un depósito bancario.

    Sin embargo, el actual contexto de mercados, que combina una situación de tipos de interés en mínimos históricos con la mayor inflación en treinta años, supone una quiebra fundamental de este modelo. Con los tipos de interés oficiales en negativo, los depósitos bancarios al cero y una inflación que supera el 5%, la rentabilidad real (ajustada por inflación) de los activos más conservadores es negativa.

    Este entorno de “represión financiera” perjudica a los ahorradores, que se ven obligados a aumentar el perfil de riesgo de sus carteras tratando de conseguir mayor rentabilidad.

    En los últimos doce meses, los inversores minoristas americanos han invertido más de 1 billón (un millón de millones) de dólares en bolsa, una cifra que triplica a la de 2020 y supera a la del conjunto de lo invertido en los últimos 20 años. Por ello, no es sorprendente que el índice S&P 500, referente de la bolsa mundial, venga marcando sucesivos máximos históricos.

    Beneficios empresariales y coste de capital

    Tradicionalmente, y dejando a un lado shocks producidos por factores exógenos impredecibles (como el Covid), los dos factores más determinantes a la hora de explicar la evolución de las bolsas son los beneficios empresariales y el coste del capital.

    A pesar de que el crecimiento económico probablemente se ralentizará en 2022, una vez que las economías han vuelto ya a la senda de la normalidad, es previsible que los beneficios empresariales sigan creciendo. En concreto, el consenso de analistas estima un crecimiento del 8% para los beneficios de la bolsa americana este año.

    Por su parte, el coste de capital, la rentabilidad que los inversores exigen para invertir en un activo, depende, en gran medida, de las decisiones de política monetaria. Y esa es, junto con la evolución del Covid, la principal duda de los mercados en la actualidad.

    Con la economía americana creciendo más de un 10% en términos nominales en 2021 (5% en términos reales más 5% de inflación) y la tasa de desempleo cerca del mínimo del ciclo, no parece muy razonable que la FED mantenga los tipos de interés en la cota del 0%, incluso asumiendo que los actuales niveles de inflación son transitorios.

    A pesar de esto, ya sea por evitar repetir los errores del pasado, cuando una retirada demasiado temprana de los estímulos generó una fuerte desaceleración de la economía, o porque los actuales niveles de deuda pública no son compatibles con tipos de interés muy superiores a los actuales, los principales bancos centrales se han resistido, hasta ahora, a subir el coste del dinero.

    Sin embargo, y seguramente forzada por los escandalosos datos de inflación de los últimos meses, la FED anunció hace pocas fechas que el próximo año, una vez haya finalizado el programa de compra de activos (el manido “tapering”), comenzará el proceso de normalización de los tipos de interés.

    Los mercados están muy atentos a este giro en la política monetaria porque unos tipos de interés más altos no solo deberían reducir el crecimiento económico y la inflación, sino también el atractivo relativo de la renta variable frente a otros activos de menor riesgo.

    Ahora mismo, el mercado da por hecho que la FED empezará a subir tipos en marzo de 2022 y que los seguirá subiendo hasta alcanzar niveles cercanos al 0,75% a finales del año.

    No parece que esta subida vaya a ser suficiente como para alterar sustancialmente la situación. A fin de cuentas, la bolsa es el único activo líquido que todavía promete rentabilidades reales positivas.

    Pero tenemos que ser conscientes de que la marea de la liquidez ya se ha empezado a retirar y, aunque el contexto económico sigue siendo favorable, seguramente nos tengamos que conformar con retornos más modestos en el futuro.

    Gestión activa y gestión pasiva

    Buena parte del dinero que ha entrado en bolsa en los últimos tiempos ha ido destinado a fondos de gestión pasiva. Estos ya suponen, prácticamente, el 50% de los activos gestionados en EE. UU.

    A diferencia de los fondos de gestión activa, que manejan sus inversiones de manera dinámica con el objetivo de superar a los índices (lo que en la jerga se llama “generar alfa”), los fondos pasivos replican el índice de referencia y, por lo tanto, renuncian a batirlo. Como contrapartida, al no tener que dedicar tantos esfuerzos a la gestión, pueden ofrecer un producto más barato, lo que se traduce en menores comisiones.

    Aunque Mutuactivos siempre se ha definido como una gestora activa, independiente de los índices, entendemos que, en aquellos mercados en los que la expectativa de generación de alfa no supera el coste incremental de la gestión es más honesto utilizar la gestión pasiva. Es el caso de la renta variable americana o global, donde muy pocos, por no decir nadie, es capaz de batir a los índices de manera consistente.

    Sin embargo, hay mercados donde nuestra capacidad de generar alfa está más que probada y, por ello, seguimos apostando decididamente por la gestión activa. El caso más obvio es el de España, donde nuestro profundo conocimiento del mercado y de las compañías nos da una ventaja competitiva.

    En 2021 nuestro fondo de renta variable española, Mutuafondo España FI, ha batido al Ibex35 en casi 5 puntos porcentuales, una vez descontadas las comisiones. En los últimos 10 años esa diferencia asciende a 45 puntos porcentuales (un 2,74% por año). Sin duda, nuestros partícipes estarán muy contentos de haber elegido un fondo de gestión activa a pesar de sus mayores comisiones. 

    Oportunidades en renta fija

    Aunque el escenario actual no es muy favorable para la renta fija, seguimos viendo algunas oportunidades puntuales, sobre todo en términos relativos. Es el caso de los bonos híbridos corporativos.

    Típicamente, los híbridos son instrumentos de deuda subordinada perpetua emitida por compañías que tienen calificación “Investment Grade” en su deuda senior. Aunque se trata de deuda perpetua, en la práctica, el emisor tiene importantes incentivos a cancelarla anticipadamente.

    Uno de los aspectos más interesantes de los híbridos es el tratamiento que les dan las agencias de rating. El hecho de ser instrumentos subordinados a la deuda senior implica una calificación crediticia que, habitualmente, está dos niveles por debajo de la de aquella. Esto, en muchos casos, supone que el híbrido tenga una calificación crediticia de “High Yield” por alguna agencia, lo que limita mucho la demanda de los inversores y hace que la prima de riesgo aumente de manera significativa.

    Ahí es donde está la oportunidad. Porque, aunque los híbridos son instrumentos subordinados y en caso de impago la pérdida esperada es mucho mayor que en la deuda senior, la probabilidad de impago es la misma en ambos casos.

    Utilizando datos históricos de Moody’s, un bono senior con rating BBB tiene una probabilidad de impago del 3,05% en cinco años. Asumiendo una pérdida media del 45% en caso de impago, la pérdida esperada media sería del 1,37% (3,05% x 45%). Asumiendo también que, en media, el impago se produce en el punto medio del periodo, el exceso de rentabilidad, sobre el activo libre de riesgo, necesario para cubrir esa mayor pérdida esperada es del 0,55% anual (1,37% / 2,5).

    En el caso de los híbridos, asumiendo la misma probabilidad de impago, pero una pérdida del 100% llegado el caso, el exceso de retorno debería ser del 1,22% anual (3,05% / 2,5), algo más de dos veces el diferencial del senior.

    Sin embargo, debido fundamentalmente a la segmentación del mercado, que limita la compra de deuda “High Yield” en muchos mandatos, pero también a su mayor volatilidad y riesgo de extensión, los híbridos corporativos pagan cuatro veces lo que un senior.

    Para aprovechar esta oportunidad, además de incluirlos en todas aquellas carteras donde la política de inversión lo permite, en 2021 lanzamos Mutuafondo Bonos Subordinados IV, FI. 

    Carta trimestral de Mutuactivos - Blog MutuactivosEl aumento de la inflación va a permitir poner en valor uno de los activos más valiosos de Merlin: Tree

    Apuesta bursátil con convicción

    Volviendo a la renta variable y para terminar, me gustaría comentar una de las apuestas de mayor convicción que tenemos ahora mismo en las carteras de renta variable: Merlin Properties.

    Como buena parte de las compañías inmobiliarias del mundo, Merlin se vio muy afectada por la rápida implantación del teletrabajo en 2020. El mercado descontó que esta nueva tendencia iba a suponer una caída estructural en la demanda de oficinas y con ello de las rentas. La acción llegó a caer más de un 50% entre febrero y octubre de ese año.

    La realidad ha sido bastante menos dramática. Es cierto que los ingresos por rentas cayeron casi un 15% en 2020, pero los efectos van a ser mucho menos duraderos de lo inicialmente estimado. De hecho, seguramente en 2022 los ingresos por rentas ya superen a los de 2019.

    La acción ha recuperado buena parte de las caídas, pero sigue cotizando un 20% por debajo de los niveles prepandemia.

    Pero no es ese descuento del 20%, ni el 35% de descuento respecto al valor neto de los activos (15,46 euros) lo que justifica nuestra especial convicción en el valor. A fin de cuentas, hay muchas compañías que cotizan por debajo de los niveles de 2019 a pesar de que los índices están en zona de máximos.

    Hay un factor que ha cambiado sustancialmente en el último año y que creemos que el mercado todavía no está valorando adecuadamente el impacto positivo que tiene en Merlin: el repunte de la inflación.

    Y es que Merlin se puede beneficiar doblemente de este fenómeno monetario. Por un lado, y como es habitual en el sector, porque mientras las rentas típicamente están indiciadas a la inflación, los costes financieros son, fundamentalmente, fijos. Con un apalancamiento financiero cercano al 40% y con una deuda a tipo fijo cuyo coste medio está cerrado en el 2,12% a 5 años, la inflación es un regalo caído del cielo para Merlin. Cuanto mayor sea la inflación menor será el valor real de su deuda.

    Pero además, el aumento de la inflación va a permitir poner en valor uno de los activos más valiosos de esta compañía: Tree, la cartera de oficinas que tiene alquilada al BBVA con una cláusula que ajusta automáticamente las rentas a 1,5 veces la inflación.

    Este activo, que hasta ahora tenía poca visibilidad, es una cobertura perfecta en un entorno inflacionario y todo apunta a que Merlin lo va a poder monetizar ahora que la inflación está en boca de todos.

    Nuestra estimación es que la venta de Tree podría aflorar más de un euro por acción en los próximos meses. Espero que esta carta haya sido de su interés. Agradeciéndoles nuevamente su confianza, aprovecho la ocasión para desearles un feliz año.

    Emilio Ortiz

    Director de Inversiones de Mutuactivos.

     

     

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Mercados financieros

Arranque de año con rotación sectorial en bolsa

Los mercados comenzaron 2022 con el pie cambiado como consecuencia de una subida en la rentabilidad de la deuda de gobierno provocada por unos bancos centrales con un discurso más beligerante.

Publicado por Ignacio Dolz de Espejo

  • 11 enero, 2022
  • Ignacio Dolz de Espejo | Mutuactivos

    Por Ignacio Dolz de Espejo

    • 11 enero, 2022

    Los mercados comenzaron 2022 con el pie cambiado como consecuencia de una subida en la rentabilidad de la deuda de gobierno provocada por unos bancos centrales con un discurso más beligerante.

    En el caso del bono a 10 años alemán, la subida fue de 14 puntos básicos, y en el del bono a 10 años americano, de 28, en tan solo 7 días, para situarse en
    -0,04% y 1,79%, respectivamente (¡desde 1,34% a principios de diciembre!).

    Hasta el viernes 7 se acumulaban caídas en la mayoría de los mercados, un -4,5%, en el Nasdaq, un -1,8%, en el S&P 500 y un -1,09%, en el Nikkei 225. Por otro lado, el Euro Stoxx 50 (+0,21%) y el IBEX 35 (+0,57%) experimentaron ligeras alzas gracias al menor peso que tienen en tecnología y el mayor en bancos.

    Crecimiento vs. cíclicos

    La subida de la rentabilidad de la deuda ha ejercido presión sobre los activos que se consideran de "larga duración” o “sensibilidad a tipos" y tienen valoraciones más elevadas, como el sector tecnológico y algunas industrias que se consideran "similares a los bonos" por tener dividendos elevados y cash flows estables, como compañías eléctricas y servicios. Sin embargo, las más cíclicas se ven mucho más beneficiadas por la recuperación que perjudicadas por los tipos. Los bancos salen ganando al tener una curva de tipos con más pendiente y, por tanto, más propicia para su negocio (tomar prestado a corto plazo e invertirlo a largo).

    La subida de la rentabilidad de la deuda ha ejercido presión sobre los activos que se consideran de "larga duración” o “sensibilidad a tipos" y tienen valoraciones más elevadas, como el sector tecnológico.

    Si bien el movimiento de la deuda comenzó a principios de semana, se exacerbó cuando el miércoles se publicaron las actas de la reunión de diciembre de la Reserva Federal. Estas actas indicaban que la FED no sólo está reduciendo las compras y pensando en subir los tipos de interés, sino que también se plantea empezar a reducir su balance (quantitative tightening) antes de lo previsto, acelerando así la reducción de la liquidez en el mercado.

    Arranque de año con rotación sectorial en bolsa - Blog MutuactivosEl movimiento de la deuda se ha producido sin que las expectativas de inflación a largo plazo se hayan movido en exceso

    Subidas de tipos, a la vista

    Al mismo tiempo, los brókers están actualizando sus perspectivas de subidas de tipos para 2022 y algunos, como Goldman Sachs, apuntan ya a que habrá cuatro. Si el movimiento de esta semana parece familiar, es porque ha ocurrido durante la pandemia en tres ocasiones, cada una de las cuales ha ido acompañada de ventas en el Nasdaq (caídas de un 8% aproximadamente) y en los sectores de crecimiento en general con subidas de la rentabilidad de aproximadamente 40 puntos básicos.

    Sin embargo, en esta ocasión sí sabemos que el movimiento de la curva responde a una intención real de la FED de endurecer su política monetaria.

    También debemos destacar que el movimiento de la deuda se ha producido sin que las expectativas de inflación a largo plazo se hayan movido en exceso; se mantienen alrededor del 2,8% (break even a 5 años en EE. UU.), igual que a principios de diciembre.

    Por tanto, los tipos reales en esta ocasión se han movido en línea con la deuda, posiblemente descontando que la FED sí será capaz de controlar la subida de los precios.

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