Un año complicado para la renta fija
- 13 julio, 2022
El año 2022 está siendo un ejercicio tremendamente complicado para la renta fija. La visión de Mutuactivos a principios de año reflejaba que la inflación iba a ser más alta de lo que esperaba el mercado, que los bancos centrales tendrían que ser más agresivos de lo descontado y que los mercados de renta fija privada cotizaban a precios muy elevados ofreciendo, por tanto, poca rentabilidad potencial. Hoy, pese a las grandes correcciones, tenemos convicción en el activo.
Desde el inicio del ejercicio, tuvimos claro que debíamos tener un posicionamiento defensivo, adaptando las carteras a las probables subidas de tipos de interés. En consecuencia, nuestros fondos de renta fija tenían muy poca sensibilidad a tipos y bastante menos renta fija privada de lo que históricamente han tenido, siendo además muy selectivos con las emisiones. En enero, por prudencia y cautela, aproximadamente el 40% de las carteras de renta fija estaban en liquidez. Ese posicionamiento a comienzos de año nos permitió posteriormente la posibilidad de defender y preservar una parte importante de las carteras con las primeras correcciones y nos ha permitido ir aumentando el riesgo de nuestras carteras de bonos, a precios atractivos a medida que iba corrigiendo el mercado. Pero el mercado ha reaccionado con virulencia, primero a la guerra y luego a los bancos centrales.
El mercado ya descuenta tipos por encima del 3% en EE. UU. y del 1,5% en Europa en pocos meses.
Inflación disparada
La inflación es hoy mucho más alta de lo esperado y la guerra llegó en el peor momento; todo ello en un entorno en que EE. UU. gozaba de pleno empleo, los americanos cobrando cheques por el COVID, el mercado inmobiliario norteamericano subiendo como la espuma, etc. El resultado es que la inflación ha llegado a niveles entre el 8% y el 10% no solo en España, sino en Alemania y EE. UU. Cifras no vistas desde los años 80.
Los bancos centrales están teniendo que ser mucho más agresivos de lo que descontaban los más pesimistas. Todo apunta a que las subidas de tipos van a ser rapidísimas y muy contundentes. El mercado ya descuenta tipos por encima del 3% en EE. UU. y del 1,5% en Europa en pocos meses.
La subida de tipos se ha producido en un mercado de bonos “sin colchón”; es decir, tradicionalmente en renta fija la volatilidad se compensa con el cobro de cupones. Hasta hace bien poco (enero 2022), lo cierto es que los bonos eran demasiado bajos como para ser irrelevantes. La caída de la renta fija de 2022 es ya una de las más elevadas de la historia. Los índices de deuda pública y privada caen más del 10% este año.
La caída de la renta fija de 2022 es ya una de las más elevadas de la historiaEl mercado, especialmente en junio, ha tenido un comportamiento muy irracional, con ventas masivas e indiscriminadas que atienden más a factores técnicos como la iliquidez que a fundamentales. Ha castigado intensamente tanto a los bonos de alta calidad crediticia, como a los bonos high yield, subordinados, etc.
¿Qué podemos esperar a partir de ahora?
1. No recomendamos huir a la liquidez. La inflación es demasiado elevada y nos puede despatrimonializar rápidamente. Aunque el ajuste ha sido doloroso, la normalización de las primas de riesgo mejora las expectativas de rentabilidad a largo plazo de cualquier cartera.
2. Queremos tener duración. Creemos que los bancos centrales van a ser persistentes ya que tienen que frenar la demanda para compensar un problema de oferta y eso evidentemente pasa por impactar en las economías. Por tanto, la probabilidad de que podamos sufrir una recesión temporal ha aumentado.
Podemos ver tipos a largo plazo más estables ya que a medida que aumentan las posibilidades de recesión el mercado empieza a descontar que los bancos centrales tendrán que acabar bajando pronto los tipos de interés ¿2023?
Por tanto, consideramos que la duración o sensibilidad a tipos de interés ya puede servir de refugio en caso de mayor corrección de los mercados. Estamos neutrales en duración de tipos, nos gusta la deuda americana y empezamos a ver valor en bonos periféricos.
1. Vemos valor en la deuda corporativa. A pesar de que el mercado de renta fija privada está teniendo una volatilidad muy elevada, la cara positiva es que ya ofrece un atractivo colchón del devengo y con datos históricos, rara vez se ha perdido dinero a 12 meses con estos diferenciales de crédito.
2. Seguimos siendo prudentes en bolsa, que también ha caído con fuerza, pero menos que en otras recesiones. Creemos que la volatilidad continuará y que a la renta variable le queda purgar un cierto exceso de optimismo con las expectativas de beneficios para 2023, que aún son positivos. Sin embargo, las correcciones han sido importantes, y en algunos sectores muy elevadas, por lo que el inversor a largo plazo puede empezar a incrementar el riesgo poco a poco. Vemos oportunidades en renta variable, pero hay que ser selectivos.