Autor Blog Mutuactivos

Por Mutuactivos

  • 03 noviembre, 2020
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    Por Mutuactivos

    • 03 noviembre, 2020

    Finalmente ha llegado el día de las elecciones en Estados Unidos. Los norteamericanos van a decidir quién es el próximo presidente de Estados Unidos, así como la composición del 100% de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Biden lidera por un margen superior al que tenía Hillary Clinton en 2016 pero, al igual que entonces, podría haber sorpresas y podríamos tardar en conocer los resultados definitivos.

    Para entender cómo funcionan las elecciones en la primera economía mundial es necesario comprender el funcionamiento del Colegio Electoral. El cuerpo de compromisarios electos (elegidos en cada estado en base a su población relativa) es el encargado de elegir al presidente y vicepresidente. Para ser elegido, un candidato debe tener un mínimo de 270 votos electorales, pero 48 estados otorgan el total de sus votos electorales al ganador (la excepción son Maine y Nebraska). Por tanto, la elección del presidente de Estados Unidos es el resultado de agregar 51 elecciones separadas y simultáneas y el candidato finalmente electo puede no haber obtenido el mayor número de votos a nivel nacional y aun así ganar las elecciones, como ocurrió en 2016.

    Según las últimas encuestas de intención de voto popular, Biden supera a Trump, por un 8% frente al 3% de Hilary Clinton en las elecciones de 2016.

    Según las últimas encuestas de intención de voto popular, Biden supera a Trump (por un 8% frente al 3% de Hilary Clinton en las elecciones de 2016) pero hay estados con muchos votos electorales que podrían inclinarse hacia cualquier lado. Biden también lidera en la mayor parte de estos, pero la ventaja que le dan las encuestas está dentro del margen de error, elevando la probabilidad de que Trump sorprenda como en 2016 gracias al voto tradicional del cinturón industrial americano. Texas, Florida y Pensilvania serán la clave porque suman 87 votos electorales.

    ¿Por qué podríamos tardar en conocer los resultados?

    Por dos motivos: por una parte, 99 millones de americanos ya han votado por correo por miedo a contagiarse de Covid, una cifra récord que complicará el recuento. Por otra parte, Pensilvania, Ohio, Michigan, Wisconsin y Iowa, por motivos legales, no pueden empezar a contar los votos hasta que cierren los colegios electorales. Trump ha anunciado que, si gana en el recuento inicial, recurrirá para evitar esperar al voto por correo argumentando que este puede ser fraudulento. Quizá el verdadero motivo es que el voto por correo siempre ha favorecido a los demócratas. Una encuesta de la CBS del sábado daba a Biden ventaja en el voto por correo y a Trump en el presencial. En cualquier caso, si el resultado es ajustado, podríamos tardar en saber quién será el nuevo presidente.

    Elecciones EEUU- Blog MutuactivosEn las elecciones de EEUU los mercados desean una victoria rápida Demócrata.

    Desde el punto de vista del mercado, probablemente lo más positivo sea una victoria demócrata clara y rápida, ya que eliminaría la incertidumbre. Pero es clave recordar que no solo importa el presidente, sino quién controla las cámaras ya que estas afectan a la capacidad del presidente de aprobar las leyes que quieren impulsar. Según la casa de encuestas Fivethirtyeight, hay una probabilidad del 76% de que los demócratas se hagan con la presidencia y ambas cámaras, un 13% de que Biden obtenga la presidencia y la Cámara de Representantes, pero no el Senado, un 8% de tener a Trump de presidente con un Senado Demócrata y un 3% de que los republicanos lo ganen todo. Es difícil aventurar qué ocurrirá, pero incluso si lo supiésemos, es complicado hacer predicciones acerca de cómo se comportarían los mercados. Si hay una victoria rápida y total de los demócratas (lo más probable en estos momentos), subirán los impuestos lo que afectaría negativamente a la economía. No obstante, este efecto se debería compensar con que se podrá llevar adelante el anunciado gran plan de inversión en infraestructuras y ayudará a despejar de inmediato el miedo a un largo y debatido proceso de recuento hasta elegir al nuevo presidente.

Finalmente ha llegado el día de las elecciones en Estados Unidos. Los norteamericanos van a decidir quién es el próximo presidente de Estados Unidos, así como la composición del 100% de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Biden lidera por un margen superior al que tenía Hillary Clinton en 2016 pero, al igual que entonces, podría haber sorpresas y podríamos tardar en conocer los resultados definitivos.

Para entender cómo funcionan las elecciones en la primera economía mundial es necesario comprender el funcionamiento del Colegio Electoral. El cuerpo de compromisarios electos (elegidos en cada estado en base a su población relativa) es el encargado de elegir al presidente y vicepresidente. Para ser elegido, un candidato debe tener un mínimo de 270 votos electorales, pero 48 estados otorgan el total de sus votos electorales al ganador (la excepción son Maine y Nebraska). Por tanto, la elección del presidente de Estados Unidos es el resultado de agregar 51 elecciones separadas y simultáneas y el candidato finalmente electo puede no haber obtenido el mayor número de votos a nivel nacional y aun así ganar las elecciones, como ocurrió en 2016.

Según las últimas encuestas de intención de voto popular, Biden supera a Trump, por un 8% frente al 3% de Hilary Clinton en las elecciones de 2016.

Según las últimas encuestas de intención de voto popular, Biden supera a Trump (por un 8% frente al 3% de Hilary Clinton en las elecciones de 2016) pero hay estados con muchos votos electorales que podrían inclinarse hacia cualquier lado. Biden también lidera en la mayor parte de estos, pero la ventaja que le dan las encuestas está dentro del margen de error, elevando la probabilidad de que Trump sorprenda como en 2016 gracias al voto tradicional del cinturón industrial americano. Texas, Florida y Pensilvania serán la clave porque suman 87 votos electorales.

¿Por qué podríamos tardar en conocer los resultados?

Por dos motivos: por una parte, 99 millones de americanos ya han votado por correo por miedo a contagiarse de Covid, una cifra récord que complicará el recuento. Por otra parte, Pensilvania, Ohio, Michigan, Wisconsin y Iowa, por motivos legales, no pueden empezar a contar los votos hasta que cierren los colegios electorales. Trump ha anunciado que, si gana en el recuento inicial, recurrirá para evitar esperar al voto por correo argumentando que este puede ser fraudulento. Quizá el verdadero motivo es que el voto por correo siempre ha favorecido a los demócratas. Una encuesta de la CBS del sábado daba a Biden ventaja en el voto por correo y a Trump en el presencial. En cualquier caso, si el resultado es ajustado, podríamos tardar en saber quién será el nuevo presidente.

Elecciones EEUU- Blog MutuactivosEn las elecciones de EEUU los mercados desean una victoria rápida Demócrata.

Desde el punto de vista del mercado, probablemente lo más positivo sea una victoria demócrata clara y rápida, ya que eliminaría la incertidumbre. Pero es clave recordar que no solo importa el presidente, sino quién controla las cámaras ya que estas afectan a la capacidad del presidente de aprobar las leyes que quieren impulsar. Según la casa de encuestas Fivethirtyeight, hay una probabilidad del 76% de que los demócratas se hagan con la presidencia y ambas cámaras, un 13% de que Biden obtenga la presidencia y la Cámara de Representantes, pero no el Senado, un 8% de tener a Trump de presidente con un Senado Demócrata y un 3% de que los republicanos lo ganen todo. Es difícil aventurar qué ocurrirá, pero incluso si lo supiésemos, es complicado hacer predicciones acerca de cómo se comportarían los mercados. Si hay una victoria rápida y total de los demócratas (lo más probable en estos momentos), subirán los impuestos lo que afectaría negativamente a la economía. No obstante, este efecto se debería compensar con que se podrá llevar adelante el anunciado gran plan de inversión en infraestructuras y ayudará a despejar de inmediato el miedo a un largo y debatido proceso de recuento hasta elegir al nuevo presidente.