Nº 63 - Abril 2013
  1. Visión de mercados

    ¿Nos hemos acostumbrado a los políticos?

  2. Novedades

    Nueva aplicación Mutuactivos

  3. Resultados Mutuactivos
  4. Aula de Formación

    Cómo solucionar nuestros errores como inversores

Visión de mercados: ¿Nos hemos acostumbrado a los políticos?

Después del revuelo causado por el polémico rescate a Chipre, la calma regresó a los mercados en el mes de abril. Los países periféricos fueron los de mejor comportamiento de la eurozona provocado por la resolución de las elecciones italianas con el nombramiento del nuevo presidente Enrico Letta. El gobierno de coalición entre los partidos de Bersani y Berlusconi ha provocado una mejora importante en el sentimiento hacia la zona y confianza en una resolución definitiva de la crisis del euro. También ha apoyado al mercado las posibles medidas de estímulo en la eurozona por parte del Banco Central Europeo. El mercado descuenta una bajada de tipos en la reunión de principios de mayo y se espera adopten algún tipo de medida para incentivar el crecimiento. Los costes de financiación de los países periféricos (primas de riesgo) siguen mejorando y ya solo falta crecimiento para poder hablar del fin de la crisis.

A pesar de esto debemos indicar que nos sorprende la fortaleza del mercado ya que durante el mes de abril hemos visto una ralentización económica global importante. En Europa no es nuevo, las medidas severas de austeridad adoptadas por Alemania y sus socios han provocado una recesión en toda la zona euro (España lleva 7 trimestres de recesión) y los indicadores adelantados no invitan al optimismo. En Estados Unidos los últimos datos macro han sido muy débiles, tanto en datos actuales como en indicadores adelantados, incluso la creación de empleo se ha ralentizado con menos de 100.000 nóminas en el mes de marzo. Parece que se empiezan a notar los efectos del “abismo fiscal“ y la reducción de 85.000 millones de dólares de gasto público. Por último, en Asia, las medidas de estímulo económico en Japón parece que están afectando a la zona (un yen débil hace los productos japoneses más competitivos) y las cifras, por ejemplo en China, han salido peores de lo esperado.

La debilidad en los datos macroeconómicos se ha notado tanto en el precio de las materias primas como en los resultados empresariales. Las materias primas sufrieron su mayor caída de los últimos años, descontando menor crecimiento global, y los resultados empresariales están saliendo muy en línea con los estimados, aunque con guías muy conservadoras para el resto del ejercicio. Está claro que la inflación no es un problema en estos momentos y es el crecimiento lo que debería preocupar a políticos y bancos centrales.

Después de esto la pregunta es ¿Por qué aguantan tan bien las bolsas y otros activos como el crédito corporativo? Tres razones explican el comportamiento. En primer lugar, los mercados han descontado en gran parte la delicada situación macro y las valoraciones a estos niveles son muy atractivas. En segundo lugar, los Banco Centrales, con sus medidas de política monetaria expansivas (Estados Unidos, Japón y Reino Unido) y estímulos económicos (economías emergentes), están sosteniendo al mercado. En Europa, aunque no hemos visto nada excepcional desde febrero, el sólo hecho de que lo pueden hacer, soporta a los mercados y ayudan a la prima de riesgo de los países periféricos. Por último, los flujos buscando algo de rentabilidad en un mundo donde los activos de bajo riesgo rentan cerca de cero.

Luces y sombras en los mercados. Empieza mayo con las reuniones del Banco Central Europeo y la Reserva Federal. Veremos si toman alguna medida de calado que apoye el crecimiento, sobre todo en Europa. Lo cierto es que la rentabilidad de los activos libres de riesgo es cercana a cero y por debajo de la inflación, por lo que, si queremos proteger nuestros ahorros en términos reales, los activos monetarios y muy seguros no son una opción. Debemos tener una visión global y diversificada que nos permita obtener rentabilidad por encima de la inflaci&´oacute;n, con una asunción de riesgo razonable. En esta situación la gestión activa de carteras sigue siendo una opción muy atractiva.